Mi cabeza, al borde,
de una explosión de locura,
entre los marginales cambios,
de una montaña rusa,
a cada cuales, más bruscos
y más rápidos.
¡La realidad de mi región!
¡El confinamiento puro y duro!
¡Las mascarillas! ¡La distancia social!
¡El lavado de manos!
¡El salir solo para lo necesario!
¡Puto virus!
¡Estás quemando mi sangre!
¡Estallan mis arterias!
¡Un zumbido, en mis oídos,
cual “estrafet” martirio moribundo!
Y, en el extremo de Europa,
cerca de África,
iris, el pueblo andaluz,
entre la maleza de los barcos
que portaban el oro español
y el de la casta flamenca del sur.
Hoy miro a mi alrededor,
bajo la mirada hacia el suelo,
un escaparate mejor,
entre los ladrillos
y, entre los postergados pergaminos.
Con mi bolígrafo,
elevo mi alma,
a las tres mil beatificaciones
pontificadas,
entre los pasillos,
de una muchedumbre alocada,
hacia un lugar inexistente,
hacia una premura
de lujuria común.
El grupo humano delante de sí,
en sus manos, la dinamita
del continente europeo,
magistral hacienda de este presente
que lo han llevado,
al monumental estereotipo
de los sarcasmos,
del mundo entero.
Coincido, así estamos casi todos, pero vamos a superar esta plaga y saldremos fortalecidos.
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Que así sea!!!!
Mucha suerte y un fuerte abrazo jorgeprosperi😘😘
Gracias!!!!
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