Fuga pagana (Número 849)


Entre mis sueños,

tu amor retengo.

Entre mis verdades,

tu amor protegido.

Entre mis mentiras,

tu amor inexplicable.

En la fiesta pagana,

de un momento exaltado,

tus huesos, veo llegar.

Tu cuerpo, ardió con el mío,

la noche del espíritu protegido,

al hacer el amor contigo,

dentro de las aguas del río.

Escalofríos por mi piel,

se eriza entre tus manos

y, mi espalda,

siente el frío, corredizo.

Mi cuerpo, con el tuyo,

misterioso amor,

de estrellas protegidas,

en este especial lugar.

Extranjeros en el montículo

de la vida, tú has llegado,

para socorrer a mi alma,

se hallaba, perdida,

en esas tinieblas negras,

con la puerta cerrada,

en el centro, de aquel cementerio,

cargado de lunares negros,

sin la sal de la vida misma.

Las ranas han llegado al mar,

los pescados salados,

en la tierra duermen,

cierran sus ojos acaramelados,

entre los espíritus mal intencionados.




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