Troche y moche (Número 754)


Tumbada laguna de sabor amargo,

ininteligibles estructuras

de un daño duro.

Espirales, un destino iluso,

en este despiadado mundo

de aguiluchos,

danzando, sobre mis espaldas,

a troche y moche.

Me desploman

lenguas viperinas;

de mí hablan, ¡sorpasso!

Deslumbrados, día a día,

en el mar de esta locura mortal

que me hunde,

en la esponjosa calma de mi soledad.

Me desplazo, entre cristales rotos

de colores opacos,

cual mocho ingrato,

con un canto triste,

sobre la ladera,

del montículo más alto de mi amargura,

sobrecogiendo,

todas mis vivencias oscuras,

en este ocaso emergente,

de una vida tan dura.

Postramiento,

en las más desmemoriadas dudas.

Y, la integridad perdida,

de mi talante de altura.

Cabizbaja, mi cabeza,

hacia la sepultura.

Mis gritos alados,

se oyen,

hasta en las cumbres borrascosas

del fin de una escalonada carga.

Sempiterna morada

de mi locas andadas,

mortecinas.

🥰🥰🥰

Fotografía Pexels




A %d blogueros les gusta esto: