Sigo amándote (Número 751)


Hollín, en mis pupilas,

papel, desenredado,

alicaída,

con un esperanto,

lumbreras,

del simulacro de una vida entera,

en la eternidad,

de esta realidad,

espacio-tiempo,

inervado, a una cuarta dimensión.

Y, entre los mensajes de ayer,

de hoy, de mañana,

todos con tus letras marcadas,

tu nombre,

me hiela el alma.

Sin tu título comunicativo,

interpelación,

en nuestro reencuentro,

en una nueva fase,

será que, tus margaritas,

han abierto muy tarde.

Y, tus baladas,

llegan, hasta mí,

con la trémula melodía inefable.

Comprendo que, tú,

te abres,

entre las esferas del aire.

Interpretaciones de tus aventuras,

por las dunas de Bolonia,

entre África y Europa.

Allí fuiste a buscarme,

a la entrada de este mundo,

para amarme,

a la antigua usanza.

Besos y besos al aire,

abrazos, en mis espaldas,

con susurros, en mis orejas,

con lamidos, en mi cuello,

con pieles erizadas,

con ascensos aventureros.

El amor, en todo su sazón,

el corte de tu cuerpo,

ha sesgado el mío

y, aún, te sigo queriendo.

Cierto que, tu amor,

¡mi tesoro sagrado!

¡mi amado!

🥰🥰🥰🥰

¡incalculable!

Tu mundo, repleto de amor,

abre mis carnes en canales.

Tú, sabes amarme.

Fotografía Pexels




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