Blusa coraza (Número 726)


Me he hecho una blusa coraza,

donde, todo lo malo, resbala;

no quiero, más dolor, en mi alma.

Para limpiarla, un guante blanco,

para purificarla, una vara de nardos.

¡Que nada dañe mi entraña!

Frente a las tempestades:

¡poderosa!

Frente a las tormentas:

¡fuerte!

Mi arrullo, a fin de cuentas,

demasiado alerta,

en este mundo de sapos.

Intentan, meterme mano,

en el amanecer de mi encanto,

en el florecer de mi alma;

por poco, se la cargan.

Yo, ante tal patraña,

he ajustado mis cuentas

para, no perderme,

en la mar revuelta.

Quito, de mi pecho,

la congoja y la pena,

(anudadas en mi garganta)

para mirar,

con mis ojos de sirena.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.