Un estado raro,
anonadada,
por las palabras
de una mujer;
esas palabras,
inentendibles,
¡no me hacen daño!
Con mi fortaleza,
¡las esquivo!
¡paso de ellas!
¡sé vivir! ¡sí!
yo, ¡sé vivir!
No me hace daño,
lo que, ella,
por esa boca,
expulsa:
¡no me importa!
¡soy fuerte!
¡muy fuerte!
No me tambaleo
con esa frase.
Ella, me dice,
con énfasis:
«disfruta, ahora
que, estás, algo mejor»
«disfruta hasta
que llegue tu hora,
tu pronta hora».
Ella, tan atrevida,
me da esa sentencia
que, ni tan siquiera,
los médicos,
me han dado.
Y, esa expresión,
no le honra,
¡no!
Su cerebro, con eso,
engrandece,
su mal ejemplo.
Yo,
huyo, por otro sendero
y, de mí, ella,
queda lejos,
¡bastante lejos…!
🥰🥰