No lo hubiese pensado,
con un diagnóstico grave,
mi alma, expectante,
no ha sucumbido
ante un futuro incierto,
sin idea de lo que, le depara,
la vida.
Mis células orates,
se pasean, por mi cuerpo,
con su misterio.
Una barca,
en la inmensidad,
a la deriva,
en el torrente de mis caudales.
Yo, esas células:
¡no las quiero en mi vida!
¡que desaparezcan
en la terrible tormenta!
¡que retornen a la serenidad!
¡que vuelvan a su cordura!
Y, mi mente,
tan confundida.
¿Estoy contenta?
¿Es una mentira?
¡Lo acepto!
¡Eso digo yo!
¡Eso dice mi doctora!
¿Será cierto?
¿Será incierto?
He cambiado tanto
que, solo valoro,
¡estar aquí! ¡escribiendo!
En este balcón tomo aire
y, en este ruedo,
grito al viento:
¡socorro! ¡socorro!
¿alguien me escucha?
🤔🤔
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