Si me miro al espejo,
a primera vista,
no sé quién soy.
Poco a poco,
centro, mi visión,
en lo que tengo delante.
Y, me he convertido,
con el paso de los años,
en una extraña.
¡No conozco a esa persona!
Las patas de gallo,
las ojeras marcadas,
las arrugas, en el entrecejo
y, en el surco de la boca,
el cabello, sin brillo,
unos rasgos, muy distintos…
yo, a esa persona,
¡no la conozco!
Y la tertulia, con ella,
¡nula!
en mis desayunos,
¡nula!
en mis cenas,
¡nula!
Pero, su mirada, me traspasa,
dentro de esos ojos,
hay algo que reconozco:
ese alma afrodita
que me llena de luz,
¡esa eterna juventud!
¡limpia como el cristal!
ese reflejo, ese brillo,
con su olor, a fiordos noruegos
y a blancos nardos.
Y mientras, yo, pongo el café,
mi amor, tú, no sabes
quién soy yo,
ni quién eres tú
tu cerebro, con los años,
se nubló,
sombras blancas y negras,
desordenadas
y, bajo tus llaves,
no queda, nada de nada…
😘😘🥰
https://www.safecreative.org/work/1912302772563-sombras-numero-653-miriam-fotos-wabisabi
[…] https://poemasdemercedes.com/2019/12/09/sombras-numero-635-miriam-fotos-wabisabi/ […]
Me gustaMe gusta