Acongojada,
¡qué dolor!
Mi respiración,
no pasa, de mi garganta.
No trago, ni un sorbo
de mi propio aire.
Si es que ¡mi propia saliva,
me ahoga!
Si es que, tu dolor,
hijo mío,
me tiene hundida,
¡qué terrible cargamento
para mi corazón!
Retenciones de tantas penas…
en un raíl de turbulencias.
Retenciones de, sin sabores,
en el establo de mi alma,
estancada por ti.
La silueta de mi estampa,
cargada de llanto,
hasta, la mismísima
liturgia, de un martes Santo.
Yo arrastro este pesar,
hijo mío,
¡qué espanto!
Tu dolor, en mí,
se hace gigante,
¡inaguantable!
¡nadie puede quitármelo!
Hijo mío,
mi amor por ti,
un amor de dolor
y ¡cómo me duele…!
Hijo mío, tú,
¡te desbocas dentro de mí!
Hijo mío, tú,
¡crujes dentro de mí!
Hijo mío, tú,
¡arañas mi sentir!
Hijo mío…
😘😘🥰
https://www.safecreative.org/work/1911242548597-hijo-mio-numero-620-