No quiero ser negativa,
ante las vivencias de mi vida,
no quiero oscuridad,
ante los días por pasar.
Y, sin embargo,
la lucha de mi corazón,
una granada desgranada.
Las raíces de mi árbol
de la felicidad,
mueren…una a una.
Y me llega lo malo,
no pasa de largo,
compañero de hace años,
encima de mi regazo.
Y, tantos años
y tantos daños,
hieren mi árbol
que se va secando,
por un riego de felicidad
insuficiente,
por poca savia feliz;
circunstancias, nada más.
Vivo,
en este planeta purgatorio:
purifico mi alma,
encuentro mi libertad
y mi camino, antes de mi viaje
al más allá.
¡Qué limpieza en mi alma!
Mis errores se van,
menos pecados,
delante del Absoluto.
Mi alma,
purificándose en vida,
tantas pruebas pasadas,
¿quién me lo diría?
Si cuando comencé,
mi andadura en esta vida,
pensaba sólo en la alegría,
mas el dolor,
se me presentó pronto…
muy pronto,
sin previo aviso.
Y, aquí sigo yo,
en el mismo camino que tú,
¿quién me lo diría?
https://www.safecreative.org/work/1907301583890-circunstancias-numero-468