Mi Dios (Número 389)


¡Oh! ¡Dios mío!

¡Tengo un Dios!

¡Ganado con mi dolor!

¡Lo he conseguido

en tiempo récord!

¡Mi amigo!

¡No se va de mi lado!

¡Lo llamo a diario!

¡Me tiende su mano!

¡A sus dedos me agarro!

Años atrás,

un desconocido,

hoy,

¡mi mejor amigo!

Arde, dentro de mí,

con una fuerza gravitatoria,

¡maestro de maestros!

Y, ante mi dolor,

su alegría,

un bello poema.

Mi Dios es así:

¡un amigo verdadero!

¡un amigo eterno!

¡no me deja!

¡amigos fundidos!

¡amigos en alma!

¡amigos en espíritu!

Y, con su gracia,

vuelo al firmamento

y dejo, los embrollos de la tierra,

ésos que, a veces, me atacan.

Así que yo,

con mi Dios,

vuelo más y más alto…

¡pierdo mi dolor!

Y, mis pérdidas,

¡ganancias vivas!

sana energía

que, me lleva, por allá arriba.

¡Gracias mi Dios!

¡Aquí estoy yo!

3 respuestas a “Mi Dios (Número 389)”

  1. Reblogueó esto en SER+POSITIVOy comentado:
    “Señor Jesús, Sé que soy un pecador. Te pido perdón y me aparto del pecado. Creo que moriste por mis pecados y resucitaste para darme una nueva vida. Te entrego el control de mi vida. Te invito a entrar en mi corazón y en mi vida. Confío en ti como mi Señor y Salvador por el resto de mi vida.
    En tu nombre, Amén.”

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.