Una balada de amor
resuena en mis oídos.
Nace, dentro de mi corazón,
como un querubín
en el mes de abril,
primavera para las flores,
sol dorado para el alma,
andrinas, con oro blanco,
pongo en tus manos.
Confío en ti;
el tiempo a tu lado, sagrado,
el color de mi mundo,
tú, lo pintas, con tu sonrisa,
cada vez que me miras,
cada vez que me dices, hija mía.
Con tus abrazos,
me llega el cobijo diario.
Madre mía,
te rebosa el amor,
dulce como la miel,
puro como el agua de Dios.
Siento tu corazón
vibrando por mí, a mil por mil.
Contigo, no tengo miedo,
contigo, el mundo se para,
contigo, vivo en el cielo,
contigo, van mis sueños.
¡Madre!
Para saber más:
Vista cancerpoemas.art.blog
Vista diccionarioderimas.video.blog
Vista poemasdemercedes.com