Bueno, pues otra prueba,
no recuerdo bien dónde.
Me dan pegatinas
y, también, una pulsera.
Y me llaman pronto,
en clasi.
Y sólo recuerdo
el apellido de la doctora.
Y la llaman
pero no es ella.
Se apellida igual,
será otra compañera.
Y me acompaña
a otra consulta.
Por fin, la encuentro;
ahora sí…es ella.
Y, para las heridas,
me manda una prueba.
Se trata,
de un seguimiento nuevo,
a nivel europeo;
boca, nariz,
analítica, perineo.
Y, después,
me acompaña hasta la salida.
Casualidades,
las dos doctoras…
tocayas mías.