Pesadilla (Número 351)


Piloto mi nave invisible,

me lleva,

en mis sueños,

hacia ti,

con una cabellera negra,

con el rasgado,

de un suero blanco,

enseñándome,

el desamor de tu corazón.

Empecinado,

una y otra vez, a un no.

Y, mis sueños,

se convierten,

en una pesadilla,

sin solución.

Cada noche,

mi sueño repetitivo.

No puedo abrir mis ojos,

hacia una nueva vida;

esa vida que me espera,

en el andén,

de alguna estación.

Misteriosas paradas,

en mi cama,

para desafiar a tu amor.

Tanto dolor paso,

desde un andén a otro

y seguro que, tú,

has cogido otro tren.

Te fuiste, te perdí…




A %d blogueros les gusta esto: