Me asomo a tu lienzo,
curtido, con miles de aplausos,
por mi amor inmaculado.
Un capataz,
con la madera perenne,
que guardé para calentar
mi amor y que,
hoy mismo,
pinto con mi ardiente corazón.
Me amas como yo a ti,
vida mía.
Te presento, a mi corazón,
sin su monagesca intemperie,
lustros sonámbulos,
metidos,
en una conciencia estrellada.
Entre tú y yo,
¡no hay más pérdidas!
mi amor.
Un tanto más te amo,
¡sumas y no restas!
1 comentario en “Mucho más (Número 275)”