Tu alma inmortal, mi
artemisa.
Desnudo por ella mi
armazón
y, en mi pecado, tu
sumisión.
Yo fluyo por ti, tu
sacerdotisa.
Alfa y omega, tu
pitonisa.
Amor cálido con un
comezón
encima de mi tez, en
rebelión.
Estos versos me hacen tu
poetisa.
Como protagonista de tu
fuero,
aparición de tu amor no
disperso,
y, en todas mis vidas, te
venero.
Miles de gritos van al
universo,
manifiesto de que por ti me
muero,
entre las rosas de amor de un
verso.
[…] https://poemasdemercedes.com/2019/01/18/altitud/ […]
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