Altitud (Número 210)




Tu alma inmortal, mi
artemisa.

Desnudo por ella mi
armazón

y, en mi pecado, tu
sumisión.

Yo fluyo por ti, tu

sacerdotisa.


Alfa y omega, tu

pitonisa.
Amor cálido con un

comezón
encima de mi tez, en
rebelión.

Estos versos me hacen tu

poetisa.

Como protagonista de tu

fuero,

aparición de tu amor no

disperso,

y, en todas mis vidas, te

venero.


Miles de gritos van al

universo,

manifiesto de que por ti me

muero,

entre las rosas de amor de un

verso.

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