Trastorno (Número 180)


Mi alma desnuda en el

sendero,

por ti errante y en

estampida,

en este trance ya

envejecida,

el final de tu amor, tan

ligero.

En mi espíritu cruje tu

acero,

cabizbaja, mortecina,

suicida,

fuera tú, por favor, de mi

guarida

semidormida de vil

desespero.

Y tú siempre mi gran

autoengaño,

algo inédito sueño

contigo

y no puedo más, el duelo, mi

paño.

Con pena de mi pecho a mi

ombligo

y este jalón que no vuela sin

daño,

con brotes en mi ser por tu

castigo.

Un comentario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.