Me transporto
a mis recuerdos
de amor;
a esos recuerdos
que de ti tengo,
a tus racimos
de pasión,
uno a uno,
cuando, por mi cuerpo,
te deslizabas
con suave textura,
con colores malabares.
Y me lleno de ti,
con un nudo en la garganta,
cielo mío;
con un nudo gigante
con el que tambalea
mi cuerpo, partícipe,
de tu fiesta explosiva,
encima de mi cuerpo.
Y, ese aposento,
libertador de mis males,
me atraganta.
Y, ese aposento,
guitarra de mi alegría,
me acalora.
Y, para colmo de mis males,
sigo,
mi amor,
con un nudo en la garganta.
Pingback: Un nudo en la garganta (Número 70) – 🌎 Alquimia. Bellos poemas. Mercedes Merluna.