Necesito aire fresco,
en mi pecho;
no he dejado de amarte,
ni con las tempestades,
de una vida interminable,
con los truenos,
cerca de mi carne,
con la suavidad de tus besos,
en el silencio,
de una noche solitaria,
comminiscencia en mis
adentros,
salpicaduras,
por todo mi cuerpo.
Los haces del amor,
me protegen,
por la inmensidad
de los males de mi cuerpo.
Mi alma, no ha dejado de
amarte ni un momento.
Mi alma, vive,
por el amor que te profeso.
Mercedes Luque Navarro
Deja un comentario