Ruido, ruido,
sólo eso,
dentro de algunas mentes.
Y, a su lado, me mareo;
un momento catastrófico,
me muevo entre los infiernos
¡Fuera de aquí!
me estrapolo y, cumplo,
con el octavo mandamiento.
Un cambio fulminante,
con un paseo,
clarín extrínseco,
alejada de ese ruido extremo.
Dejo lo que me rodea,
mi centro mental.
camina despacio,
aturdido,
entre tanto movimiento
Ruidos mentales,
falacias circunstanciales.
https://www.safecreative.org/work/1908221752854-falacias-numero-511

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