Bumba, bumba,
mi perro «Proteo»
mueve su rabito,
asomado, en mi azotea,
donde, cada día,
sin falta, me espera.
Y, con su instinto básico
de perro,
me huele desde lejos,
¡qué atento a esta humana!
¡impresionante suceso!
Si no me deja,
si no se olvida de mí…
si, para él, soy una fiesta.
Bumba, bumba,
mi perro «Proteo».
Yo, reconozco sus gestos,
su inteligencia, su inocencia.
Y, conecto mis manos
hacia arriba,
mirando a mi perro.
Y, sus ladridos,
más y más fuertes,
algo mío le llega.
¡Asombroso este instante!
¡Maravilloso, mi luna
de Neptuno!
Mi perro,
esfera de mis silencios.
Junto a él,
construyo castillos,
en un campo,
lleno de plataneras.
Él mira hacia arriba,
hasta ver mi cara.
Juega, alrededor mía,
entre las plataneras,
mirándome afanadamente;
no me cambia por nada,
ni yo a él.
¡Si mi perro supiera
lo que yo lo quiero!
¡Qué pena que ni lo sepa!
https://www.safecreative.org/work/1907271544068-mi-perro-numero-466

Deja un comentario