Y usa tu mano izquierda,
no sabes,
si algún día,
dejarás de usar la derecha.
Te lo digo por experiencia,
no te coja por sorpresa
y, no seas capaz ni de poner,
en un pergamino,
tu nombre junto a una fecha;
sería, de verdad, una pena.
Dale, desde ahora mismo,
una gracia
a tu mano izquierda,
a tu mano quieta;
úsala con alegría
que, tu cerebro, despierta.
Y si, por casualidad,
eres zurdo o zurda,
usa ya tu mano derecha.
Deja un comentario