Triunfo contigo a mi lado,
con la coletilla de un enjambre
que llena mi alma,
con este poema de amor,
para ser mejor.
Y, si el dolor asoma a mi puerta,
yo triunfo contigo,
con tu presencia
que rasga, en mi alma,
cual una guitarra flamenca
y así me camelas.
Puede que me ciegue mi dolor
y no vea las buenas yerbas
más, mi alma, me abre
el camino de un poema.
Y triunfo contigo
pues, las palabras de tus versos,
para mí, fuego y arena.
Y, con mi semblante de poeta,
triunfo, triunfo.
Y llego a ver la luna grande,
la luna llena
Y el sol del sur,
el sol dorado,
Y el atardecer de Cádiz,
el atardecer bandolero,
Y el amanecer gaditano,
el amanecer suculento.
Y la noche pálida,
en el firmamento,
que se me abre a mis tormentos.
Y, cada noche,
cuando cruzo las puertas
de mis poemas
y cuando me entrego a la lectura,
tan tranquila de mis tristezas,
yo sonrío,
pues sé, que sobreviviré
ante todas estas pruebas
que soslayan mi alma.
Y te lo cuento, antes de ser,
perdedora de los planes
de una locura
que se metió en mi vida.
Y, hoy, sostengo en mis manos,
encima de mis hombros,
una copa de vida
porque yo he vencido
a lo malo del destino.
Y lucho y lucho
y por eso…sobrevivo.
Me encanta que luches, que veas esas maravillosas lunas de Cádiz y todas las demás y que los soles alumbren tus días y calienten tu corazón llenando toda tu vida de fuerza.
Preciosos versos querida Mercedes.
Un abrazo⚘
https://poetasenlanoche.wordpress.com/
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Recibido ese abrazo.
Muchas gracias Yvonne.
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