Y, por fin, tengo cama
en este hospital
que me inspira confianza,
en la quinta planta
quinientos diecisiete,
mi habitación sagrada.
Me acomodo
hasta mañana, día cuatro,
por la mañana.
Y un poco tarde,
a las diez,
se presentan mi cirujanos,
rotulador en mano.
Y me hacen casi un mapa,
toda ya pintada.
Por favor
qué obra de arte se avecina.
Dormiré tranquila,
¿para qué pensar
si mi cuerpo está que trina?
Ojalá te recuperes Mercedes.
Un fuerte abrazo⚘
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias amiga!!!!!
Me gustaMe gusta
💗💋😇🙏
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pingback: Ingreso – cancerpoemas