Ser de aquí,
ser de allá,
qué más da,
si todos somos iguales.
Al nacer, qué llanto,
bello llanto, ante
nuestro comienzo
en este camino
que nos va regalando
la vida: nuestras vivencias,
nuestro destino
hasta llegar al final
de nuestros días.
Y , con llanto de pena,
la muerte nos espera,
sorpresa ostridente
que no sopesa nada de nadie,
que no perdona ni al más
adinerado,
que quizás te coge
por sorpresa
pero te lleva,
la muerte sentenciadora
que llega,
aquí y allá,
a todos nos espera,
por igual,
justicia verdadera,
justicia imperecedera .
Profundo, y bastante ciertas tus palabras. ♥
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Muchas gracias Ángela por pasarte y por tu comentario. Saludos.
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